martes, 2 de junio de 2009

Hasta que el tiempo se pare, azul, verde y violeta

Pero mi pie anclado a la tierra te esperará, envuelto en el falo del universo,
día a día, su sombra cubrirá la vulva de esta ciudad,
y eternamente hará el amor con el ser, a cada amanecer…
Por las noches las estrellas iluminarán al hijo pródigo,
caída ya la manzana sobre nuestros cuerpos, hará despertar al hambriento gusano,
sed de hambre, hambre de sed… y un instante será un todo eterno,
dará origen a la vida, a la muerte, al amor…
La explosión de vida, una gran eyaculación dará paso al hombre:
venas, sangres, vísceras… fluidos recorrerán nuestros cuerpos…
Y anclado a la tierra por el paso quebrado,
pisará donde otros ya pisaron, bajo la sombra del yugo...
Y mi alma permanecerá eterna junto a tu rostro,
mientras miles de estrellas salvajes iluminan fugazmente nuestro camino…
Eternamente junto a ti, perdidos por las galaxias que forman este universo.
Otros vendrán y se irán,
pero nosotros permaneceremos eternos en nuestros recuerdos,
hasta que el tiempo se pare, azul, verde y violeta.