"Vestía de marfíl y traía el mundo en la mirada. Apenas recuerdo las palabras del cura, ni los rostros prendidos de esperanza de los invitados que llenaban la iglesia aquella mañana de marzo. Sólo me queda el roce de sus labios y, al entreabrir los ojos, el juramento secreto que me llevé en la piel y que recordaría todos los días de mi vida."
"Los regalos se hacen por gusto del que regala, no por mérito del que recibe."
"El dinero es como cualquier otro virus: una vez pudre el alma de quien lo alberga, parte en busca de sangre fresca."
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