lunes, 17 de septiembre de 2007

Gatos sin Fronteras, Antonio Burgos ( y Remo)

"Jesús entró en un pueblo y vió un gatito que no tenia dueño, y tenía hambre y Le gemía. Él lo levantó, lo puso dentro de Su túnica, dejándolo reposar en Su pecho. Y mientras pasaba por el pueblo dio de comer y beber al gato [...] y lo dío a una de sus discípulas, Lorenza, que lo cuidó. [...]y dijo "Quienquiera que se preocupe por uno de los más pequeños de ellos, y le dé de comer y beber cuando pase necesidades, Me estará haciendo esto a Mí, y quien intencionadamente permite que uno de ellos sufra necesidades, está permitiendo esta mal como si me lo hicieran a Mí...

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