domingo, 11 de mayo de 2008

Reflexiones

La vida no siempre se presenta como a uno le gustaría que lo hiciera: a mi me gustaría ser rica y vivir en una gran mansión, rodeada de bosques, ríos, animales y mulatos musculosos que me abaniquen. A ti te gustaría ser presidenta del gobierno, y acabar con todas las lacras de la sociedad: acabar con los etarras, unificar el país bajo un mismo sentimiento patriótico, fomentar el interés y el estudio de nuestro pasado más remoto… A Eusebio le gustaría ser marinero y surcar los mares en busca de sirenas… A Eufrasia le gustaría ser mujer guerrera y enfrentarse a todos los enemigos y ganar todas las batallas… Pero la vida viene como viene, y no podemos más que capearla y buscar nuestro rinconcito de felicidad con la pareja, la familia, los amigos… en nosotros mismos. El problema viene cuando es nuestro inconsciente el que nos domina, cuando es él quien nos habla y nos maneja, cuando nos rendimos a sus órdenes y las ejecutamos… cuando son nuestras propias manos las que acaban con nuestra existencia.

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