Cuando las raíces que sustentan el corazón se pudren
su rancia salvia recorre nuestras venas una vez más,
ahuecando las esperanzas.
El gusano que habita en ellas despierta,
y devora con enfermiza voracidad las ramas del amor.
Caen las enredaderas del alma sobre
la ciénaga de la ilusión corrompida por la traición.
El dolor y el placer se unen latido a latido,
fusionándose en un solo fluido tóxico
para avivar difusos pensamientos salvajes.
Nuestros despojos sibilinos
son engullidos por el hambriento helminto
mientras en lo más profundo de nuestras gargantas
retembla el sonido hueco del último aliento…
Pasado anclado a un futuro presente que nunca llega.
Dedicado a Dylan Thomas y a Xoxe,
que fue quien nos presentó.
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2 comentarios:
Es estupendo!.Muchas gracias Cris.
Este poema ha sido publicado en el suplemento Paraninfo del Diario Información el día 18 de noviembre de 2008.
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